Si la venta de un automóvil en circunstancias comunes puede parecer todo un reto para cualquier persona, cuando hay detalles especiales es más que complicado. Sin embargo, con la información y protocolo adecuado, no hay nada imposible. Continúa leyendo y conoce más sobre la negociación de coches con reserva de dominio.
Coches con reserva de dominio: ¿a qué se refiere?
Antes de profundizar en conceptos más complejos a nivel legal, es importante asegurarnos de que se comprende qué es una reserva de dominio. Y es que se trata de una condición utilizada en los contratos de preventa de vehículos a largo plazo, aceptada tanto por la parte compradora como por la parte vendedora.
Dicha formalidad especifica que, aunque tú uses el coche a diario y hayas pagado varias cuotas, la propiedad del coche sigue perteneciendo a la entidad financiera intermediaria hasta que se dé por concluida la deuda del préstamo. Puede tratarse de meses o incluso años.
La reserva de dominio es una garantía para la entidad, que bien puede tratarse de un banco o un prestamista. En el caso de que dejes el pago de forma incompleta, ellos pueden reclamar vehículo ante un tribunal y, en la peor circunstancia, tú recibir una sanción.
¿Cómo se pueden vender coches con reserva de dominio?
Tras entender lo que realmente implica esta condición, es fácil asumir que es un caso perdido y que no se puede negociar mientras el bien esté en a nombre de otra persona. Esto es cierto, sin embargo, aún hay una un par de alternativa para realizar una venta de coches con reserva de dominio. Algunas de esas son:
Levantamiento de la reserva de dominio
La manera más rápida es pagar completamente lo que resta de la deuda pendiente. Una vez cancelado el préstamo, serás el propietario absoluto del automóvil y podrás realizar la venta sin restricciones. No olvides solicitar el certificado de cancelación, un documento esencial para transferir la titularidad.
Subroga la deuda
Esta es la opción más utilizada por los vendedores, pero suele ser la menos atractiva para los compradores. Y es que la subroga de la deuda, requiere que el nuevo dueño asuma la responsabilidad de continuar pagando las cuotas pendientes.
Por supuesto, no es una decisión que se tome solo de la parte vendedora, sino que también necesita de la aprobación de la entidad financiera y el consentimiento del cliente. Lo más recomendable es que seas sincero desde el principio y plantees la situación tal cual está, aunque haya una gran cantidad de dinero de por medio.
De sentirse engañado o si hay información oculta, la persona interesada puede demandarte ante un juez por chantaje o manipulación. Ten a un profesional de cabecera como testigo del trato y como consejero activo de la situación, para ti y para los demás.
Negocia con empresas especializadas
Si ninguna de las opciones anteriores te ha hecho sentir cómodo, no te preocupes, que quizás esta sea la indicada para ti. Existen empresas o concesionarios enfocados en la compra-venta de coches con reserva de dominio, donde ellos se encargan de gestionar la deuda y pagar el restante.
No dudes en buscar la asesoría de un abogado experto en el sector automotriz, ya que, si eres nuevo en este mundo, te vas a sentir abrumado entre todas opciones y situaciones legales. No procedas a menos que estés totalmente seguro de lo que quieres hacer y que no cedes por presión del momento.
Venta de coches con reserva de dominio: otros consejos
Una condición como la reserva de dominio no debería ser suficiente motivo para estropear tus planes, pero tampoco es una razón para actuar mal. Es un procedimiento que exige sinceridad y madurez de ambas partes, pues de lo contrario, puede haber problemas a corto, mediano y largo plazo.
Evita inconvenientes y deja cualquier decisión tomada en un documento legal, como un contrato o carta de aceptación. Acude a cuantas personas consideres necesario, mejor si son especialistas en esta área de vehículos y financiaciones.
Es probable que no estés acostumbrado al proceso que requiere la venta de coches con reserva de dominio, pero no es una misión imposible, sino al contrario, se basa en la organización y en conocimientos legales. Investiga a profundidad las cláusulas establecidas y actúa lo más pronto posible. No te arrepentirás.